miércoles, 21 de marzo de 2012

~ Capítulo 9 Más allá

El sol de la mañana me despertó. Un olor a comida también lo hizo. Me dí la vuelta hacía el otro lado de la cama y miré el reloj de mesilla. Las 10 y 30 de la mañana, que dolor de cabeza tenía, pero estaba feliz. Me fui hasta el que supuse que era el baño, con todavía la sábana a cuestas, a razón de no saber dónde estaba mi ropa.
Tenía todo el maquillaje corrido, cómo me imaginaba, me lo quité un poco por encima y me dí una ducha rápida. Dejé que las gotas rondaran por mi cuerpo un corto tiempo y salí de la ducha. Me coloqué una toalla rosa fuerte alrededor de mi cuerpo, y sequé un poco mi pelo con otra toalla.
Con el pelo todavía mojado, salí jugando al escondite con el propósito de encontrar mi vestido.
Tras casi más de veinte minutos jugando al aqui te pillo y aqui te mato, me giré e inesperadamente me encontré con Kevin. Fue un momento incómodo, bastante incómodo, más que nada, en cuánto me giré, no me percarté de su presencia, estábamos tan cerca que nuestras narices se chocaban, y mi toalla se resvalo rápidamente a la que me la volví a poner de forma de acto reflejo, y me sonrojé. Todo tenía que pasarme a mí, joder que vergüenza pasé, aunque, se supone que no debería tenerla, digo yo, porque.. la otra noche fue la otra noche. ¿Había hecho bien? ¿Había hecho mal? que más da, ya era tarde para arrepentirme, además, me sentía más fresca que una rosa.
- Aquí tienes tu vestido, si es lo que buscas.- ¿que iba a estar buscando? ¿huevos de chocolate para el día de pascua? se merece un pin-  me dijo con tono avergonzado
- Gracias... - dije modosa, dejando una pausa marcada, sin final y mirando un poco hacía el suelo.
- Te espero abajo, he hecho el desayuno. - me besó y no pude evitar transmitir ese leve cosquilleo que me hacían sentir sus labios, me guiñó un ojo y cerró el picaporte.
Me quite la dichosa toalla que tan mala pasada me había jugado y me pusé el vestido, ya que no tenía otra cosa y estábamos en no sé dónde, marginados y aislados del mundo.
Bajaba ya las primeras escaleras de forma de caracol y oí la melodía de mi teléfono. Subí a toda prisa, corriendo cómo si me fuera la vida en ello hasta que logre localizarlo, todo estaba mano por hombro y el no saberse el lugar de las instalaciones no ayudaba mucho.
Maldito teléfono, acababan de colgar, y lo estaba sosteniendo sobre mi mano derecha. Deslicé con la izquierda y me dirigí a las llamadas pérdidas.
Ah Leyre.. que pesada no tiene otro momento para llamar, seguro que le había ido todo muy bien con el de la heladera famoplay. Sí, soy muy mala, pero creo, que mi amiga se merecía algo más.... no sé de su estatus social. Bueno, al menos el rubito parecía majo, simpático, dejemoslo ahí.
La llame y respondió exaltada con una lluvia de preguntas que me tiro por encima.
- Sí, sí ¡¿Leyre te quieres callar!? esto parece un interrogatorio forzoso.
Doce y media de la noche, casa de madera, cama, dos personas, arrepentimiento, recoinciliación, diversión, sensaciones, cosquilleo, pasión, amanecer, dolor de cabeza, despeje de dudas y amplia sonrisa. ¿Algo más?
- ¡Ala tiaaaaaaaaaaaa! - dijo alargando exageradamente la a. - ¡Eres una guarrilla compulsiva!
- Pero, pero, ¡pero tú! jajajajaja - empecé a reír a carcajada suelta, sarcásticamente, y cualquiera que me hubiera oído me habría tomado por loca-  no hables, que seguro, seguro que has echado un pinchito con el rubio.
- ¡Me lo has quitado de la boca! - protestó , cuándo seguramente ni habría querido contármelo, ay señor.
- Te voy a llevar al women's secret a comprarte lencería sexy.
- Jajajajajaja, hazme reír.
- Sí, te vas a comprar un corsé negro ceñido y un tanga rojo.
- Leyre, tus palabras son superiores a mí, adiós. - le dijé y ya iba a pulsar el botón rojo de 'colgar'
- Mi, mi, Mirandaaaaaaaaaaaaaaa - colgé. Será desavorida. ¡Pervertida! - pensé. Esta chica ayer mezclo demasiadas bebidas..
Volví y me bajé de nuevo, ahora sí, le tenía esperando sobre más de media hora, pobre chico.  Me senté, le plante un beso en los labios y cogí una tostada. A ver que me depara hoy el día.

Pon tu comentario, aunque sea anonimo, a partir de ahora no hará falta que estes registrado para dejar tu huella, os quiero. Sonia.-

2 comentarios: