lunes, 12 de marzo de 2012

~ Capítulo 4 Subir en una nube.

La playa acompañaba este sentimiento. Sus labios posados suavemente sobre los míos, durante largos segundos, inseguridad y nervios por mi parte, y necesidad de volverlo a besar una y otra vez, hasta que mis labios cogiesen agujetas o la luna ya la tuviésemos encima.
¿Íbamos demasiado rápido? no lo sabía pero quería seguir manteniendo este ritmo, y cada vez iba descubriendo que lo que yo sentía iba más allá del deseo, a algo estable, no a una relación de una noche y mañana si te he visto, no me acuerdo. Me estaba empezando a enamorar, odiaba este aspecto de mí, me hace falta un chasquido de dedos para estar enamorada de alguien y me he equivocado varias veces, bueno creo que sobre ese asunto ya hay una prueba que lo demuestre. Pero, esta vez era diferente, iba a serlo, tenía que serlo...
Y el ritmo era cada vez más acelerado, casi sin pausa, pero yo lo frene un poco, era ya tarde, había pasado todo el día fuera, y no recordaba de que cómo muy tarde mi hora de regreso debía de ser a las once de la noche, y ya eran más de las diez,  y veía que esto iba para rato, además, quería tirarme sobre la cama y pensar si todo esto no es demasiado precipitado.
- K-kevin. - dije mirando sus ojos claros y levanto su rostro ensamblado en felicidad.
- Dí-dime. ¿He echo algo mal? - dios, que modesto asdgtrewer me voy a morir.- Tengo que irme, no quiero hacerlo pero debo de marchar, mi familia estará preocupada por mí y cuánto antes llegué, menor será la bronca.
- Bueno..vale ¿Dónde vives? yo te acompaño. Recuerda que me conozco esto cómo la palma de mi mano, llevo más de dieciséis años viviendo aquí.
- Vivo en..... oh, enserio que no hace falta, además vivo cerquita, ahí en la esquina de la próxima avenida, esa casa que se ve a lo lejos, color amarilla y con las ventanas de color azul.
- Pero no es molestia, yo quiero acompañarte y fin, no vas hacerme cambiar de idea.
- Vale, eres cabezota eh.
- Y tu una chica caprichosa. - y le  miré sorprendida.
- Ah, ¿y porque soy caprichosa?
- Porque cada vez que te doy un beso, tu me robas dos. - y no pude evitar reírme tras ese comentario, y parecía que subía en una nube, y estaba super motivada.
- ¿Y te ries? - estrechó su mano con la mía, tras levantarnos de las toallas y caminar rumbo a mi casa.
- ¿No te gusta? ¿no sé besar? porque entonces me tienes que dar clases prácticas.- me sonrojé.
- Claro que no me gusta - se quedo parado durante un momento, pero al poco siguió con su frase- me encanta,cómo tú. - me tiré a sus brazos y me sostuvo.
- ¿Te quedas callada? - replicó con cara de no haber roto nunca un plato.
- Tan solo quiero amarte, y no descender nunca de esta nube.
- Yo también, yo también te quiero. - respondió más tímido.
Llegamos a la puerta de mi casa, no había luz en su interior, así que suponía que les tendría que esperar.
- ¿Volveremos a vernos? - dije formulando mi despedida.
- Claro, claro que sí, mañana mismo, ¿te parece bien? - a lo que sonreímos a la vez y asentí.
- Te espero mañana, al amanecer en nuestro primer punto de encuentro.
- Estás loco si crees que voy a poder esperar hasta mañana para volverte a ver de nuevo.
- Hasta mañana. - me volvió a besar una última vez, entré en casa, me pusé a chillar cómo una loca y me acordé de Leyre. ¿Que habría sido de ella? entonces empecé a marcar su número y se oía músiquilla de fondo. Me esperaba una larga noche de imnsonio.

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